viernes, 15 de mayo de 2015

POLÍTICAS DE TRANSPORTE Y MOVILIDAD PARA LA PLANIFICACIÓN DEL CRECIMIENTO URBANO

CRISTIAN AGUSTÍN COLA, BECARIO CONICET. GII IIPAC FAU UNLP.  



Un breve repaso de la Planificación en América Latina

Las ciudades latinoamericanas presentan un crecimiento poblacional muy importante desde hace décadas, lo cual se traduce en un intenso desarrollo de la urbanización. Este no constituye en sí un problema sino más bien pone en evidencia la baja incidencia de la planificación urbano territorial integral como política de Estado en la región lo cual, en ciudades medias y grandes, configura dinámicas urbanas caóticas de difícil resolución en materia de movilidad y desarrollo urbano. En ellas se combinan un crecimiento de las densidades poblacionales y edilicias, con una significativa pérdida de espacios de circulación para modos no motorizados y peatones, con pérdida de espacio público y predominancia de automóviles y edificios como principal componente del paisaje urbano y con dificultades funcionales para acceder a la ciudad y a la movilidad. 


Esta situación problemática se corresponde con las prácticas neoliberales  que han producido una tradición local de "Estados débiles" y "sectores privados fuertes", consolidando dinámicas sistemáticas de avance de los sectores privados en las ciudades. Esta debilidad del Estado es normalmente técnica, política y económica y, en ocasiones, la baja participación de la gestión urbana y de la planificación en los presupuestos estatales, constituye una decisión política que induce la pobreza de las prácticas técnicas y de negociación público privada del Estado.

De todas formas esta situación tiene excepciones en algunas ciudades. Por ejemplo en Argentina el vaciamiento del Estado y la descentralización provocó al mismo tiempo que en ciudades como Rosario, que cuenta con tradición en planificación y además poseen concentración de capitales privados, se planifique desde los organismos de gobierno local con el objetivo de desarrollar económicamente el suelo urbano, con planes de re funcionalización y conservación de áreas con valor histórico arquitectónico y  sistemas de transporte público colectivo y no motorizados en áreas centrales. Aunque existe una gran fragmentación socio espacial con las periferias urbanas empobrecidas, propias de regiones metropolitanas.
A otra escala, la ciudad de Trenque Lauquen también expresa prácticas de planificación y gestión del suelo a tener en cuenta. Sin embargo, la generalidad es representada por municipios con poca intervención o facilitadores a los sectores privados en las ciudades. 


Como resultado de esta configuración de poderes generalizada, nuestras ciudades presentan realidades muy distintas entre centro y periferia, aunque con algunas constantes. En el caso de las áreas centrales se observa una creciente pérdida de su patrimonio histórico arquitectónico, un marcado deterioro del espacio público y del ambiente urbano por la presencia exagerada del automóvil y un despliegue de torres en pequeños lotes urbanos que amenazan con dejarnos sin luz y sin aire, si llegan a reemplazar a la mayoría de las viviendas unifamiliares,  provocando además un brusco recambio poblacional y de prácticas urbanas tradicionales de vecindad.


Izquierda: Mexico DF. Derecha: Sao Paulo. Fuente: web.

En el periurbano el proceso se reconoce en su dispersión y fragmentación característica,  sin una planificación racional sustentable del Estado, con vacíos y vacancias, cavas, arroyos, tramas de calles irregulares y agrupamientos de viviendas de distintas calidades y niveles de consolidación, que se desarrollan como grandes barrios dormitorio, sin equipamientos ni centralidades, sin espacio público y en ocasiones sin servicios urbanos, sin infraestructuras de circulación adecuadas y sin transporte público.

Este tipo de configuraciones de áreas urbanas, periurbanas e incluso rurales, desde la óptica de la movilidad, son insustentables y de difícil solución ya que restringen el acceso a la movilidad y a la ciudad, dificultan la simple necesidad de trasladarse para poder acceder a los establecimientos educativos, de salud o a los lugares de trabajo, fomenta el uso del auto como la forma de transporte principal, cuando no deja cautivos de los malos servicios de transporte público periférico a una parte de la población. El esquema general deja fuera de las opciones el uso de modos no motorizados, restringiendo los posibles escenarios futuros de movilidad sustentable y de mejora de la calidad de vida en ciudades.

Superior: Brasil. Inferior: Valle de Tumbaco, Ecuador. Fuente: web.

Sabemos que la alternativa de abordaje de solución con medidas de solo transporte, no podrán cambiar esta configuración en la ocupación del territorio y consecuentemente constituirán medidas de solución de corto plazo, siempre. Es por eso que para intentar resolver esta problemática es necesario profundizar en políticas que orienten el crecimiento desmedido de nuestras ciudades, aportando a un tipo de integración entre políticas de  ocupación del suelo y medidas de transporte y movilidad. El mejor ejemplo de estas prácticas en América Latina sigue siendo el caso de Curitiba que utiliza ejes de crecimiento sobre corredores densificados, mientras que en países europeos como Alemania, Francia u Holanda hay ejemplos importantes a nivel global con planes urbanos integrales y normativas nacionales especificas, que han dado buenos resultado.

Curitiba. Fuente: Hacia una cultura de movilidad sostenible, Ente del Transporte de Rosario, 2010.

Por ejemplo, en Holanda, se reglamentó que las ciudades con más de 100.000 habitantes deben realizar planes de uso de suelo que partan de criterios de movilidad, distribuyendo el área urbana en tres categorías ABC: a) Localizaciones que se pueda acceder a transportes públicos locales, regionales y nacionales. Donde el uso del automóvil para ir al trabajo está entre el 10 y 20% de la población, áreas de oficinas con muchos empleados o visitantes b) Localizaciones que pueden acceder a transporte público local, regional y también automóviles. La proporción de ir al trabajo en automóvil no debe superar el 35% de los viajes, áreas especificas para instituciones u oficinas donde el personal dependa del auto particular para desarrollar su tarea  y c) Áreas de fácil acceso de automóvil pero con menos transporte público, logares donde las actividades principales son industriales.

Zonas ABC Holanda. Fuente: Planificación del uso del suelo y transporte, Rudolf Petersen.

Por su parte, Francia posee desde 1982 una normativa que fomenta el desarrollo del transporte público por sobre el particular también para ciudades mayores a los 100.000 habitantes. Los primeros planes fueron en Nantes y Grenoble con el principal objetivo de acompañar el desarrollo del tranvía en un momento donde la dinámica de la ciudad se desarrollaba en función del automóvil. Pero los últimos PDU (Planes de Desplazamiento Urbano) como el desarrollado en Estrasburgo, Nantes o Montpellier, han avanzado en incorporan la planificación del crecimiento de la ciudad en cortas distancias, la gestión del estacionamiento, garantizar la continuidad en los modos de desplazamiento, como así también incentivar la caminata y el uso de bicicleta con criterios de salud y sustentabilidad ambiental (Merle, 2013).



Plan Estrasburgo. Fuente: www.strasbourg.eu


En Alemania el área administrativa de transportes públicos regionales (RMV) viene impulsando en los últimos 20 años cambios de normativa en distintas ciudades Alemanas a favor de la densificación de áreas próximas a los polos principales de transporte público. En Frankfurt por ejemplo, la RMV adoptó desde 1996 un esquema para el desarrollo de las estaciones de ferrocarril como centros de intercambio con la densificación  de sus inmediaciones.



El caso de la ciudad de La Plata


La ciudad de La Plata refleja las tendencias generales de las ciudades latinoamericanas a pesar de tener la particularidad de ser una ciudad planificada antes de su fundación. A lo largo del siglo XX la ciudad ha evolucionado sin una planificación sostenida, transitando los cambios político-económicos más agudos del periodo, sin prácticas sostenidas de planificación. Actualmente la ciudad de La Plata forma parte de una microrregión que encabeza y que incluye a los municipios vecinos de Berisso y Ensenada. Su desarrollo económico y territorial se vio condicionado desde sus inicios por la actividad productiva de la región, en primer lugar por su vínculo con la ciudad de Buenos Aires a través de los caminos Centenario, Belgrano y luego con el completamiento de la Autopista Buenos Aires - La Plata, y en segundo lugar por los corredores de Abasto, Brandsen y Magdalena, de perfiles más productivos en las primeras décadas de la fundación de la ciudad, pero más heterogéneo en la actualidad.


 Plano fundacional, infraestructuras viales, férreas y ocupación poblacional, comparados. Fuentes varias. Elaboración propia.

Desde 1882, año de la fundación de la ciudad, hasta mediados del siglo XX, el avance en la ocupación territorial fue dando cuenta de estas tracciones de la capital del país, desarrollándose un patrón de ocupación sobre los ejes noroeste y sudoeste. Sin embargo en 1948, con la promulgación de la ley de propiedad horizontal, se intensifica el uso del suelo residencial en el casco fundacional, con incidencia en ciertos sectores de las periferias. En ese momento el Estado toma control de las concesiones de tranvía mientras que entra en escena el transporte colectivo automotor como emprendimiento privado, para satisfacer una demanda de viajes local que acompaña al crecimiento urbano a lo largo de la segunda mitad del siglo XX  y comienza a desplazar al sistema de tranvías compitiendo por recorridos, hasta que en 1966 lo elimina completamente.

De esta manera se configura como un hito en la tradición de la gestión privada del transporte en la ciudad a la vez que comienza, hacia fines de los años '80, a intensificarse la ocupación del territorio y el uso del automóvil. A partir de entonces, empieza a ser más notoria la problemática urbana producida por la planificación fragmentaría entre las políticas de uso del suelo, el proceso de ocupación del territorio y la planificación de la movilidad de las personas.


El resultado crítico de esta operación fragmentada, comenzó tempranamente a afectar a los valores funcionales y estéticos fundacionales. A principios de la década del '60, el municipio da cuenta de la pérdida de rumbo de la ciudad planificada, convocando al grupo URBIS para definir un Plan Regulador para la micro región que ya en ese momento incluía a Berisso y Ensenada. El plan se desarrolla con todas las componentes de integralidad de ocupación territorial y movilidad para la ciudad y para la región, aunque finalmente no se lleva adelante, su único legado fue la creación de la oficina de planeamiento urbano del municipio de La Plata. Desde entonces, el único instrumento de planificación que ha contado el partido de La Plata es el normativo, con tres cambios importantes en los últimos 60 años.


La Planificación Normativa y de Transporte en el Partido de La Plata

La normativa vigente desde 1978, se formula como adecuación al decreto Ley Provincial n°8912/77, desarrollada bajo el mando de un gobierno militar. Esta normativa, la n° 4495/78, consideraba a las vías jerarquizadas /avenidas, solo como límites divisorios de la zonificación de usos, y no como corredores. Si bien intenta reconocer los distintos procesos urbanos que se dan en cada sector de la ciudad, lo hace de forma inconexa y fragmentaria, y sin ningún criterio vinculado a la previsión de flujos de movilidad urbana. Esta forma normativa estaba desarticulada respecto al sistema de transporte público colectivo automotor, que constaba de una red compleja de recorridos distribuidos de manera centralizada en el micro centro de la ciudad y sobre calles de diferentes jerarquías y materialidad.


Densidades normativas, Zonificación casco C10 y Mancha suelo urbano C78, C00 y C10. Fuentes varias. Elaboración propia.

La dictadura militar terminó en 1983 y el gobierno que la precedió no llego a ocuparse de las políticas territoriales de la ciudad ni de la micro región. Sin embargo la gestión de gobierno municipal que asumió a fines de los años '80, desarrolló una intensa actividad en torno a la planificación del territorio y del transporte urbano de pasajeros, aunque no lo haya hecho de manera integrada. En este contexto, el equipo técnico de planeamiento de la ciudad de La Plata desarrolla una serie de instrumentos y estudios territoriales llegando a implementar un cambio normativo importante luego de una década de trabajo, en el año 2.000.

Se trata de la normativa de usos de suelo n°9231/00, la cual supuso un gran salto normativo respecto de su predecesora normativa. El instrumento del nuevo milenio comienza a dar cuenta de la relación entre usos de suelo y la movilidad a través de la diferenciación de usos por corredores en el casco urbano. A la vez presenta restricciones a la ocupación en áreas naturales periféricas a preservar y restricción de alturas en áreas centrales con protección patrimonial. Este instrumento constituyó un avance del Estado sobre los sectores privados en materia de regulación de las formas de ocupación territorial, aunque no fue adecuadamente aprovechado en la planificación del sistema público de transporte, el cual también cambió en esos años.





Comparativo de superficies para las tres normativas de uso de suelo de La Plata. Fuentes varias. Elaboración propia.

En efecto, el sistema de recorridos del transporte público colectivo automotor, implementado dos años después, el SISTEMA UNICO DE TRANSPORTE, se diseña con criterios indiferentes a la ocupación y densidad residencial propuestas por la nueva normativa. El SUT, tanto en su versión originalmente propuesta como en la versión que fue posible implementar, presentaba un diseño de recorridos centralizado, competitivo y distribuido de igual manera en todo tipo de calles de la ciudad y del partido. En este punto es importante destacar el nivel de conflictividad entre los empresarios de transporte y el municipio así como también la fuerte oposición al cambio por parte de los empleados transportistas. Este  clima de conflictividad impulsó un diseño de implementación ambiguo, buscando evitar o corregir conflictos económicos con las empresas de transporte. El SUT fue, en última instancia, un reparto equitativo de los recorridos más rentables de la ciudad en cuatro partes para cuatro empresas tradicionalmente concesionarias del servicio.

Por otro lado, y en cuanto al potencial redistributivo y de balance territorial de la normativa n°9231, es destacable además la creación e incorporación de la categoría de sub-centros urbanos.

Lamentablemente esta categoría normativa no llego a tener incidencia en el desarrollo urbano ni ha logrado ningún tipo de equilibrio territorial más allá de los que ya existían en las áreas barriales históricas consolidadas. A su vez la mencionada normativa acompaña el proceso de expansión acelerado en los años '90, aumentando casi el doble la superficie urbana con respecto a la normativa anterior del año '78.



Comparativo de superficies para las tres normativas de uso de suelo de La Plata. Ref: violeta C78, rojo C00, naranja C10 Fuentes varias. Elaboración propia.

La cuanto a la situación normativa vigente, es posible reconocer un camino inverso respecto de aquel avance en la regulación del Estado. Se trata de una suerte de acoplamiento de las políticas estatales actuales a la lógica del mercado inmobiliario. Prueba de esto es que la actual normativa n°10703/10, desarrollada sin participación de organismos académicos, sin oficina de planificación territorial activa y sin estudios previos, pone énfasis en la centralidad única del micro centro de la ciudad, escalando las alturas permitidas según la rentabilidad de los inversores, con una visión espacialista, que deriva en aplicar en los corredores una zonificación sólo para las parcelas frentistas y fortalecer la simetría al eje fundacional.


En relación a este cambio, no se produjeron sustanciales adecuaciones del sistema público de transporte SUT. En este sentido solamente se observa un deterioro del tiempo de viaje en transporte público, por la congestión incrementada mediante el crecimiento de la población de áreas centrales y de la tasa de motorización en general. A su vez la acentuada extensión periférica, que hoy incluye áreas rurales localizadas a 15 km del centro geográfico de la ciudad, quedan fuera de las buenas frecuencias del servicio público de transporte, incrementando su dependencia del automóvil particular. 

Áreas testigo en plano de densidades poblacionales La Plata censo 2001. Fuente: Producción propia.

Analizamos algunos de los parámetros de estos procesos en dos áreas de la ciudad, una dentro del casco fundacional y otra en la periferia oeste.

Las dos áreas testigo muestran un aumento poblacional superior a la media de la ciudad, que fue del 12% en el periodo censal 2001 – 2010. El área central lo supera por 3,5% y la periférica por 6,1%. Pero contradictoriamente, el crecimiento habitacional es muy superior en el área central y en la periférica está unos puntos por debajo de la media de la ciudad que fue del 24%. 


En el sector del área central se produjo un aumento poblacional del 16,4%, y con respecto a viviendas del 32,7%. Desde el punto de vista del transporte público colectivo existe una frecuencia de micros que llega a 1 minuto en hora pico lo que produce un importante caos vehicular, stress urbano y contaminación del aire y sonoro con una partición modal que registra que el 34% de los viajes se realiza en transporte público masivo, el 30% en auto particular y 21% en movilidad no emisora (bicicleta y a pie).


 Fuente: Censo 2001 y 2010.


Frecuencias área testigo casco central, zona de transporte n° 21. Fuente: Producción propia.

En el área periférica se evidenció que la normativa no contempla la heterogeneidad de usos, densidades reales ni áreas inundables y en relación al transporte público, se registraron bajas frecuencias (60% mayores a 30 minutos) en relación a las personas que allí viven. Otra problemática es la poca diversidad de recorridos ya que todos los que atraviesan la zona tienen como destino final el microcentro de la ciudad, lo que obliga a realizar trasbordo para acceder a cualquier otro destino.
por debajo de la media de la ciudad que fue del 24%. 



Ramales que recorren el área testigo periférica, zona de transporte n°44. Fuente: Producción propia.


Principales barreras y pautas de planificación integral de uso de suelo y transporte

Las debilidades técnicas y políticas de los gobiernos municipales se evidencian, por una parte en la falta de asignación presupuestaria para el sector transporte y territorio, lo que se traduce en falencias en materia de recursos humanos, metodologías, información y alcance político de la gestión territorial y de transporte. Por otra parte,  esta debilidad en los municipios especialmente, está muy asociada a la pobreza de la estructura institucional, no solamente por la separación funcional de las áreas de planificación diferenciada del área transporte, sino especialmente por su distancia de las áreas principales de decisión y gestión pública de gobierno. A estas dificultades de base, se acopla la baja tradición en negociaciones del estado con el sector privado, que en el caso de la gestión y planificación del transporte público de pasajeros, se reduce a concentrar servicios en el micro centro, y en el caso de la gestión y planificación del suelo, se reduce al desarrollo inmobiliario sin regulación.


La desarticulación de políticas de transporte y políticas de suelo constituyen además un problema derivado de un vacío normativo. Por un lado no existe obligatoriedad de planificación de estas componentes en su conjunto ni tampoco existe una normativa que obligue a la realización de un plan de movilidad en función del crecimiento poblacional, ni de la expansión urbana, ni siquiera de la compactación de la ciudad tradicional. En definitiva, el abordaje integral de estas dos componentes clave del desarrollo urbano territorial necesita, además de los recursos humanos y metodológicos necesarios,  una legislación adecuada y moderna para la planificación territorial integral, que no deje librado a la voluntad del gobierno de turno tener políticas articuladas entre uso de suelo y transporte, o no tenerlas.


Bibliografía consultada: 

L. Aón, C. Cola, L. Giglio (2014) “Políticas De Transporte Y Movilidad Para La Planificación del Crecimiento Urbano” en libro de actas de UPE 11. IIPAC FAU UNLP.
AÓN, L. en all (2008) Central Area Densification and Environmental Aspects. Urban center case in La Plata. 44th  ISOCARP Congress. Urban Growth Without Sprawl. ISOCARP Ed, octubre de 2008.

AÓN, L.; ELIZALDE, E.; FREDIANI, J.; RAVELLA, O. "Planificación y cambios en los sistemas de transporte público colectivo de pasajeros: La relación Estado-Empresas-Sociedad para los casos del Gran La Plata y de Neuquén." Congreso de Ingeniería de Tránsito y Transporte- XII PANAM. Quito, 2002.

GII IIPAC FAU UNLP 2012-2014. PPID U002 “Transformaciones de la movilidad y la accesibilidad urbana frente a los procesos de localización y re-localizacion residencial en el Gran La Plata entre 2003 a 2013”, Director: L. Aón.

RAVELLA, O. ; KAROL, J. ; AÓN, L. (2012) “Transporte Y Ambiente: Utopías Urbanas, Ciudades Reales, Ciudades Posibles”, 1852-7175 - Revista Transporte y Territorio. Vol2. Ed. Programa Transporte y Territorio del Instituto de Geografía, de la Facultad de Filosofía y Letras, de la Universidad de Buenos Aires, septiembre de 2012.

UE “Portal De Transporte Y Uso De Suelo” http://www.eu-portal.net/material/downloadarea/kt9a_wm_es.pdf. Mayo de 2013